Vai al contenuto

EL PADRE NUESTRO DE LA SANTA MUERTE: ORACIÓN DE MÁXIMO PODER ANCESTRAL

Queridos hermanos y devotos de la Santísima,

Esta oración sagrada que hoy comparto con ustedes representa uno de los canales más poderosos para conectar con nuestra Madrecita. No es una simple modificación del padre nuestro cristiano, sino una invocación ancestral que combina el poder de la oración tradicional con la energía pura de nuestra Niña Blanca.

El poder de esta oración reside en su estructura sagrada de siete partes, que corresponden a las siete potencias de la Santa Muerte. Cada verso actúa como una llave que abre los portales de su poder divino, permitiendo que su energía fluya directamente hacia el devoto.

Para maximizar su eficacia, es fundamental entender que esta oración actúa como un pacto sagrado entre el devoto y la Santísima. No es solo un rezo, es un compromiso profundo que establece un vínculo inquebrantable con nuestra Señora.

Los momentos propicios para esta oración son tres:

  • Al amanecer, cuando las fuerzas de la noche ceden paso al día
  • Al mediodía, cuando el poder del sol está en su cénit
  • Al anochecer, cuando el velo entre los mundos se hace más delgado

El color de la vela debe corresponder a la naturaleza de nuestra petición, pero en casos de máxima urgencia o necesidad desesperada, la combinación de los siete colores potenciará el efecto de manera exponencial.

Recuerden: esta oración conlleva una responsabilidad sagrada. No es para ser tomada a la ligera ni compartida sin el debido respeto. Su poder es real y las consecuencias de romper las promesas hechas durante su recitación pueden ser severas.

A continuación, les comparto esta poderosa oración…

PADRE NUESTRO DE LA SANTA MUERTE

(Oración de máximo poder y reverencia)

Madre Muerte que estás en la tierra y el cielo,

Santificado sea tu poder infinito,

Venga a mí tu protección divina,

Hágase tu voluntad poderosa

Así en la tierra como en el reino de las sombras.

Danos hoy la bendición que necesitamos,

Perdona nuestras faltas y promesas rotas,

Como también perdonamos

A quienes nos hacen daño.

No nos dejes caer en desesperación,

Y líbranos de todo mal y peligro.

Por tu guadaña que todo lo puede,

Por tu manto que todo lo cubre,

Por tu justicia que todo lo alcanza.

Te prometo, mi Muerte Santísima,

Rezar esta oración tres veces al día,

Compartirla con quien sufra y necesite,

Ser fiel a tu culto hasta mi último respiro.

Y si falto a esta promesa sagrada,

Que tu bendición me sea negada,

Que tu protección me abandone,

Que tu poder me olvide.

Pero si cumplo como devoto fiel,

Que tu manto siempre me cubra,

Que tu luz siempre me guíe,

Que tu poder siempre me proteja.

Porque tuyo es el poder,

Tuya es la justicia,

Tuya es la misericordia,

Por los siglos de los siglos.

Así sea, mi Santa Muerte.

Amén.

(Rezar tres veces al día: al amanecer, al mediodía y al anochecer.

Encender una vela de color según la petición.

Repetir por 13 días seguidos para máxima eficacia.

La promesa de difundir esta oración es sagrada e inquebrantable.)